Podría decirse que en cuestión de fútbol, al ser un giputxi que vive en Bizkaia, me siento como un cowboy en tierra de comanches. Afortunadamente las balas que disparo y las flechas que recibo son solo de un chispeante buen humor. Así, cuando les digo que por pecado original no puedo cantar “alirón, alirón, Athletic campeón”, ellos me contestan que me redima bautizándome con agua de la ría de Bilbao.
Hace hoy una semana, antes del match del Athletic contra el Manchester United (MU) en el Old Trafford, un amigo comanche me lanzó una flecha envenenada cuyos efectos se tornaron letales para mi lealtad a la RSS tras el gran triunfo rojiblanco en el Teatro de los Sueños (así se piropea al estadio del MU). Tras ver por la mañana este video, que enla(n)zó en su e-mail, y contemplar por la tarde el partido en la tele, me contagié del onírico espíritu de San Mamés y casi apostaté de mi religión futbolera cambiando la música celestial de Arantzazu por la de Begoña. Pero todo se limitó a eso, a un mero sueño comanchero.
Escribo este post, hoy jueves día 15, por la tarde , poco antes de que se celebre el partido de vuelta en Bilbao y después de volver a ver el video. No puedo evitar que se me escape esta bala: ¿Puede el Athletic aspirar al oro, o a la plata, o al menos al bronce, siendo «all iron», todo hierro?. Que San Mamés obre el milagro.