Del “crédito sin política” a la “política sin crédito”
Así hemos transitado. Nuestra interminable crisis surgió tras una expansión crediticia desbocada bajo un “laissez faire” irresponsable, sin una política reguladora diligente. Y hemos abocado a una política sin crédito, es decir, a gobiernos regionales, nacionales e internacionales ineficaces, decepcionantes, desacreditados.
Recuerdo que en agosto del 2007, cuando aparecieron los primeros brotes negros, escribí sobre la crisis utilizando la metáfora de las cucarachas. Cuatro años después compruebo que todavía no ha cesado el desfile de estos bichos, es decir, de problemas en el sistema financiero. Siguen y siguen asomando en interminable procesión. Lo acaba de advertir el FMI y de reconocer nuestro Ecofin: todavía se necesita recapitalizar más la banca de la zona euro. Indigna, sí, indigna oírles decir que aún quedan cucarachas tras haber transcurrido ya cuatro años durante los cuales se ha cuidado con mimo a los malhechores financieros mientras que se han impuesto medidas de sangre, sudor y lágrimas a ciudadanos inocentes.
En otro post también comenté lo perentorio que era un buen apretón entre la mano invisible que presuntamente guía a los mercados y la mano visible de la política. Pues bien, más que armonioso apretón parece que ha habido un tenso pulso de manos con resultados, hasta ahora, desfavorables para la política. Mandan los mercados orquestados por las agencias de calificación de riesgo. Que estas, habiendo sido cómplices (por falta de profesionalidad e incluso de honestidad) de la plaga de cucarachas, hagan temblar, todavía hoy, a los Gobiernos con sus oráculos y recomendaciones es algo que provoca irritante perplejidad. La credibilidad de la que aún gozan es, sin duda, el mayor descrédito de nuestros Gobiernos.
Obama ha perdido carisma y su voz repercute menos que la de la agencia Standard&Poors (recordemos los temblores de los mercados en agosto pasado cuando esta agencia rebajó la calificación de la deuda USA). La Unión Monetaria Europea está minada con bombas especulativas de destrucción masiva por la desconfianza que provocan la insolidaridad de algunos Estados miembros, las desavenencias y contradicciones entre las instituciones europeas, la falta de diligencia en la gestión de la crisis griega y la ruta de miope austeridad que nos fuerzan a seguir Merkel y Sarkozy. En nuestro entorno más cercano, Zapatero es ya, de facto, un expresidente arruinado políticamente. Su bancarrota se veía venir desde hace ya más de un año, cuando quebró su pulso socialista y se dejó abducir por las circunstancias. Y en este breve repaso del descrédito de la política, ¿qué decir de Rajoy, presunto vencedor (según las encuestas) en esta ruina? Que, si no quiere aparecer como un vencedor carroñero, ni como un paladín del descrédito, tendrá que probar con su gestión que es cierta su tesis, tantas veces proclamada, de que “Zapatero es el principal problema de la economía española”. De momento los faunos financieros no le han creído, pues, desde que Zapatero anunció (en julio) su retirada y la celebración de elecciones en el 20-N, la bolsa y el mercado de deuda soberana española, que dan por descontado que él será el nuevo presidente, han padecido horrores. Y todavía siguen bajo la tortura de la incertidumbre.
Ecce vox pecuniae. Según recoge la prensa hoy, Alessio Rastani, un agente de bolsa independiente, dixit en una entrevista concedida a la BBC: «La crisis es un sueño hecho realidad para aquellos que quieren hacer dinero». Sigue: «Personalmente me da igual (el futuro de la economía). Soy un operador financiero, a mi no me preocupa la crisis. Si veo una oportunidad de ganar dinero, voy a por ella. A la mayoría de los especuladores no nos preocupa cómo arreglar esta situación. Nuestro trabajo es ganar dinero con esto». Y prosigue, refiriéndose a los planes de rescate en la zona euro: “los Gobiernos no van a arreglar nada. Los Gobiernos no dirigen el mundo, lo dirige Goldman Sachs y a éste no le importa este rescate”. Así están las cosas.
Me parecen escalofriantes las declaraciones de Alessio Rastani, de un verdadero depredador y terrorista. Un abrazo