Debates electorales TV (2): Zapatero vs. Rajoy
Revolcón en el pasado.
Debatieron sobre cosas pasadas, harto conocidas y, sobre todo, deglutidas y vomitadas por los perros del rencor, del desencuentro, de las dos Españas. Creo que Zapatero mordió en la yugular a Rajoy cuando vendió sus logros en el campo de la política social, y que éste agarró a aquél por las tetillas y con saña cuando le reprochó su gestión del proceso de paz o de la lucha contra el terrorismo (o como quiera llamarse).
Quizás se revolcaron en el pasado porque guardan para el segundo ‘round’ lo que piensan sobre el futuro, sobre lo que prometen hacer si ganan las elecciones. Esperemos pasar del lodazal de ayer a un nacedero de ilusiones y aguas limpias cuando, el próximo lunes, nos cuenten sus sueños.
Mala educación.
Si, basándonos en su etimología (el verbo latino ‘educere’ significa extraer), entendemos por educación el arte de de sacar a flote el potencial que llevamos dentro, ayer hubo malas artes, mala educación. Se perdió algo que se ganó el pasado jueves en el debate de Solbes entre Pizarro, la cortesía y el respeto mutuo.
El insulto no parece una forma decorosa de exponer y defender lo que uno piensa. Recuerdo que, al menos siete veces, Rajoy llamó mentiroso a Zapatero, o utilizó expresiones con este significado e intención; la primera vez lo hizo a los pocos segundos de abrir el debate. También Zapatero, al menos en tres ocasiones, reprochó al PP haber mentido, aunque no recuerdo bien si el reproche lo personalizó en Rajoy hasta el punto de llamarle mentiroso. Sí recuerdo, en cambio, que le dedicó otras expresiones malsonantes como ‘desfachatez’, ‘caradura’… (quizás, a la defensiva). En conjunto, opino que Rajoy se mostró mucho más maleducado que Zapatero. Incluso rozó la calumnia cuando le acusó de ‘haber agredido’ (sic) a las víctimas del terrorismo.
El debate de ayer probó que no sólo es perentorio incluir la asignatura “Educación para la ciudadanía” en los programas de formación de nuestros adolescentes, sino que hay dirigentes que necesitan volver a la escuela.
Lo dicho. A esperar aguas más limpias y reconfortantes en el debate del lunes que viene.