Crisis financiera y teoría de las cucarachas
Como era de esperar, los atildados banqueros de nuestro país, y nuestro sonrosado Gobierno, ya nos han dicho que no hay cucarachas en el mercado hipotecarios español, que los préstamos vinculados a la construcción y adquisición de viviendas fueron, han sido y son concedidos con decoro suficiente y que por ende irradian salud, tal como sugieren también los índices de impago y morosidad. Y por añadidura, elogian la solvencia del conjunto del sistema financiero español, recomendándonos confianza. Es su obligación, entre otras razones, porque de nuestra buena fe viven.
Aunque no merezcan nuestra fiducia, me temo que no tenemos otra salida que dársela, rindiéndonos ante los imperativos de la compleja economía de mercado y la escurridiza democracia. No podemos ya vivir sin bancos y sin sistema financiero, a pesar de su temible opacidad, como no podemos prescindir de los políticos ni de los partidos políticos, pese a su burlesca representatividad. Condenados a confiar, quizás nos convenga fiarnos lo menos posible dentro de lo inevitable.